Cochabamba, 15 de julio (Tinta Roja).- Cristina M.Q. murió de forma violenta a los 75 años, en abril de este año. Ahora, casi tres meses después, las autoridades aprehendieron a dos de sus cinco hijos y los enviaron a la cárcel con detención preventiva, sindicados de presunto parricidio, ya que se sospecha que participaron en su muerte.
El fiscal departamental de La Paz, Luis Carlos Torrez, informó ayer que el Ministerio Público presentó pruebas en audiencia que señalan con probabilidad a los hermanos Roberto y Yannet A.M., de 44 y 48 años, como autores del delito de parricidio. En consecuencia, un juzgado de El Alto ordenó su detención preventiva: él fue enviado al penal de Chonchocoro y ella al de Obrajes.
Cristina fue estrangulada y tenía costillas rotas, lo que confirmó que su muerte fue violenta. Según la versión de Yannet, ambas fueron asaltadas en un taxi en la zona de Tacachiri, en la carretera a Laja, cuando se dirigían a Desaguadero el pasado 26 de abril. Sin embargo, un detalle que llamó la atención desde el inicio fue que la hija no presentaba lesiones ni signos de haber sufrido violencia. Ella fue quien llamó a la Policía para reportar el supuesto asalto. Cuando el personal de la brigada de atención prehospitalaria llegó en una ambulancia, Cristina ya no tenía signos vitales. Los socorristas informaron de inmediato a la Fiscalía y a la División Homicidios de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC).Otra situación que generó sospechas fue que Roberto y Yannet se opusieron a la autopsia e intentaron convencer a sus otros hermanos para que firmaran un acta de rechazo. Esa actitud incrementó las dudas sobre su posible implicación. La autopsia confirmó que Cristina murió por «asfixia mecánica por estrangulación». El caso sigue en investigación.
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