Israel está cada vez más aislado debido a la indignación por la hambruna en Gaza

Seguridad

Gaza, 01 de agosto (Tinta Roja).- Algunos de los aliados occidentales más importantes de Israel, bajo la presión política de los votantes consternados por el incremento de la evidencia de hambruna en Gaza, ahora dicen que reconocerán un Estado palestino. El presidente Donald Trump, convencido de que los gazatíes se mueren de hambre, ha mandado a su enviado para Medio Oriente a Israel por primera vez en meses para examinar el caótico sistema de distribución de alimentos.

Cada vez más académicos debaten si Israel está cometiendo un genocidio en Gaza. Los sondeos de opinión en Estados Unidos y otros países muestran una opinión cada vez más negativa de Israel. Y no existe un plan claro para poner fin a la guerra contra Hamás.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha respondido airadamente al aumento del escepticismo. Ha dicho que los informes sobre la hambruna son exagerados, que hay que destruir a Hamás, que los críticos suelen ser antisemitas y que el reconocimiento occidental de un Estado palestino es una recompensa a Hamás por el ataque del 7 de octubre de 2023 contra Israel en el que murieron más de 1000 personas.

“La opinión israelí habitual es que esta crisis es otro problema temporal”, dijo Natan Sachs, analista de política israelí. “Pero esa es una interpretación errónea del mundo, porque acelera un giro global contra Israel que tiene efectos dramáticos, especialmente entre los jóvenes”.

A medida que crece la ira por el hambre generalizada en Gaza, Israel corre el riesgo de convertirse en un paria internacional. El mortífero ataque dirigido por Hamás contra Israel en 2023 sigue siendo un acontecimiento fuerte y destacado para muchos israelíes. Pero para otras personas de todo el mundo, la devastación y el hambre en Gaza se han hecho más visibles y urgentes.

El primer ministro Benjamín Netanyahu, sentado entre la multitud, con traje oscuro, camisa blanca y corbata roja, gesticula con el dedo. Su esposa está sentada a su izquierda con un vestido azul.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha respondido airadamente a las críticas cada vez mayores. Ha dicho que los informes de hambruna son exagerados.Credit…Ronen Zvulun/Reuters

Desde que Israel cortó la ayuda en marzo para intentar obligar a Hamás a entregar a los rehenes, el esfuerzo israelí por instalar su propio sistema de distribución se ha visto empañado por el caos y las bajas, mientras el hambre aumenta. Decenas de personas han muerto cuando los gazatíes se apresuraban a conseguir alimentos.

Y nadie tiene una idea clara de cómo terminará la guerra, incluso cuando Israel ha retomado varias veces amplias zonas de Gaza. El número de muertos en el enclave ha superado los 60.000, la mayoría civiles, según la ONU. Netanyahu no ha esbozado lo que tiene pensado para Gaza ni quién debería intentar gobernarla en lugar de Hamás. Se ha negado a entablar relaciones con los países con más probabilidades de contribuir a ello: los Estados del Golfo Pérsico, Egipto y Arabia Saudita.

New York Times

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