México, 14 de nov (Tinta Roja).- En un caso que ha capturado la atención de Nuevo México, las autoridades están investigando el descubrimiento de restos humanos, incluyendo partes de cráneos, encontrados en la ciudad de Jal, que podrían estar vinculados con la desaparición de una mujer en 2019. Según NBC News, la Oficina del Sheriff del Condado de Lea recibió una denuncia el 5 de noviembre sobre un encuentro inquietante que un residente tuvo con un hombre mientras le ofrecía un aventón. Este ciudadano llevaba dos bolsas y realizó declaraciones alarmantes, además de abandonar objetos en el vehículo que parecían ser huesos de personas.
Durante la búsqueda en el área, incluyendo una tienda de conveniencia y la última ubicación conocida del hombre, se encontraron fragmentos óseos. Un patólogo confirmó posteriormente que dichos fragmentos eran de origen humano y había cerca de entre 10 y 20 cráneos incompletos.
Un hallazgo con pistas de una desaparecida
La investigación está estrechamente vinculada con la desaparición de Angela McManes en 2019, cuya última residencia conocida estaba cerca de la propiedad bajo investigación. ABC News mencionó que las autoridades están trabajando diligentemente para determinar la conexión entre los restos y la mujer, así como otras posibles víctimas. El hombre implicado no enfrenta cargos relacionados con el descubrimiento de los restos, pero está detenido por un cargo no relacionado, informó NBC News.
El Sheriff Corey Helton, en conversación con la cadena de noticias KOB afirmó: “Nuestros residentes están preocupados, pero puedo decirles que no tenemos a un asesino en serie suelto”. Mientras tanto, la policía está trabajando con un antropólogo para verificar la afirmación del hombre, quien dijo que “los cráneos fueron comprados en línea”.
Una investigación que busca calmar a la comunidad
La Oficina del Sheriff de Lea County desplegó un amplio operativo para esclarecer los detalles del caso y determinar las identidades de los restos hallados en Jal. Desde el inicio de la investigación, los agentes han trabajado intensamente en la recolección de evidencia y en la colaboración con expertos en antropología forense para analizar los fragmentos óseos y descifrar su procedencia.
Cada pieza de hueso hallada es objeto de un análisis detallado para identificar posibles coincidencias con personas desaparecidas en la región, incluido el caso de Angela McManes.