California, 13 de ene (Tinta Roja).- “Con el corazón roto más allá de las palabras. Sentarme con mi familia a ver las noticias y contemplar en televisión cómo nuestra casa en Malibú arde hasta los cimientos es algo que nadie debería tener que experimentar. Esta casa fue donde construimos tantos recuerdos preciosos. Es donde Phoenix dio sus primeros pasos…” Así compartía Paris Hilton en Instagram su intenso dolor hace tan solo unas horas.
Los ricos también lloran y durante estas horas y las que vendrán son muchos los que no pueden contener las lágrimas. La prensa norteamericana va actualizando la lista de daños y, hasta el momento, las llamas han consumido propiedades de James Woods, Billy Crystal, Ben Affleck, Mark Hamill, Anthony Hopkins, John Goodman, Reese Witherspoon, James Woods, Leighton Meester, Guillermo del Toro, Eugène Levy, Adam Brody, Miles Teller, Mandy Moore, Cobie Smulders, Cary Elwes y Anna Faris, entre otros.
Todos ellos han perdido ya sus casas y la lista permanece abierta, pues las llamas continúan devorándolo todo. En peligro inmediato están las de Tom Hanks, Steven Spielberg, Michael Keaton, Heidi y Spencer Pratt y Jamie Lee Curtis. También ardió hasta los cimientos un retiro que Leonardo DiCaprio poseía en Malibú hasta hace poco más de dos años y medio. Por el momento,
El peor incendio de la historia moderna de EE. UU. está lejos de ser siquiera controlado: el horror se trata en realidad de hasta cinco cfuegos diferentes cuya virulencia agrava rachas de viento de hasta 160 km/h que han reducido ya a escombros 11.000 hectáreas en el condado de Los Ángeles.
Por el momento la lista de daños personales se eleva a cinco muertos, decenas de heridos y 150.000 evacuados mientras que la de materiales… Simplemente, ni se sabe. El fuego ha afectado a las acomodadas áreas de Pacific Palisades –el precio medio de una casa allí es de 4,5 millones– desde donde saltó a Calabasas, Malibú y Santa Mónica para extenderse también a las colinas de Hollywood. De hecho, el mítico cartel que señala la meca del cine no está fuera de peligro.
No es el único icono de la industria que corre riesgo: el Teatro Chino y el Teatro El Capitán también fueron evacuados por temor a que sufrieran parecido destino que el instituto Charter de Palisades: en el lugar donde se rodaron Carrie, Freaky Friday y Teen Wolf ha caído pasto del fuego.