Nueva York, 24 de julio (Tinta Roja).- Bryan Kohberger nunca explicó por qué cometió los asesinatos y se sentó pasivamente en un tribunal de Idaho mientras escuchaba las desgarradoras declaraciones de las familias de los cuatro estudiantes que mató a puñaladas en 2022 en el pequeño pueblo de Moscow.
Pero a principios de este mes, accedió a declararse culpable de los horrendos asesinatos de los estudiantes de la Universidad de Idaho Kaylee Goncalves y Madison Mogen, ambas de 21 años, y Xana Kernodle y Ethan Chapin, los dos de 20 años y pareja. Evitó así la posibilidad de ser sentenciado a la pena de muerte.
En una emotiva audiencia de sentencia en la ciudad de Boise, Kohberger volvió a negarse a dar una justificación para el cuádruple asesinato. «Declino respetuosamente», se limitó a decirle al juez Steven
El magistrado, que lo condenó a cuatro cadenas perpetuas sin posibilidad de libertad condicional, dijo que las familias desconsoladas quizá nunca sepan por qué Kohberger mató a sus seres queridos.
«La necesidad de comprender lo que es inherentemente incomprensible nos hace dependientes del acusado para que nos proporcione una razón, y eso le da el protagonismo, la atención y el poder que parece ansiar», señaló.
«En mi opinión, llegó el momento de poner fin a los 15 minutos de fama del señor Kohberger. Es hora de que sea enviado a la ignominia y el aislamiento del encarcelamiento perpetuo», concluyó Hippler.
Agencias