Madrid, 14 de feb (Tinta Roja).- La ONG Condrik Tenerife, especializada en la investigación y conservación de tiburones y rayas en Canarias, publicó un video de un inusual avistamiento de diablo negro o rape abisal adulto a plena luz del día, casi en superficie y a dos kilómetros de la costa tinerfeña, un hecho extremadamente raro para esta especie.
El avistamiento, que causó revuelo en las redes sociales, se produjo el pasado 26 de enero, cerca de la costa de playa San Juan, en el municipio tinerfeño de Guía de Isora (España) y, hasta la fecha, según explicó a la agencia Efe la bióloga marina Laia Valor, solo se habrían avistado tan cerca de superficie larvas o ejemplares adultos muertos.
“Lo vimos cuando ya volvíamos a puerto. Pasamos a su lado y vi algo negro que no parecía plástico ni nada, me pareció extraño. Tras verlo, pasamos un par de horas con él. Estaba dañado y no en buen estado, solo duró vivo unas horas”, detalló Valor, y apuntó que los motivos por los que el ejemplar estaba tan cerca de la superficie pueden ser “miles”.

“No tenemos nada claro, pero no es normal. Es un avistamiento muy puntual y esporádico. No podemos decir que no pasa nunca, aunque si pasase a mayor escala estos avistamientos ocurrirían más veces, pero sí podemos decir que podría ser la primera vez que se le graba así”, explicó.
Este viernes se conoció que David Jara, fotógrafo marino, fue el que junto a un compañero capturó imágenes del pez diablo negro encontrado en Tenerife.
En el video, Jara reveló que el pez no mide más de seis centímetros y que «en ningún momento nos atacó o hizo el amago de atacarnos”.
“Era más un buñuelo negro que un pez negro, además era una hembra, porque los machos no pasan de los dos centímetros de largo y además no disponen de esa antena tan característica con la bioluminiscencia en la punta”, explicó Jara.
El fotógrafo también se refirió a las hipótesis que surgieron en internet sobre el motivo por el que el pez estaba en la superficie, y considera que algunas de ellas, como la del cambio climático o la llegada del apocalipsis, son “pretenciosas” y “surrealistas”.
Para Jara, lo más probable es que “el animal estuviera enfermo, que el animal hubiese sido arrastrado por una corriente ascendente o que estuviera huyendo de algún depredador».
Agregó que de acuerdo con algunos investigadores, el diablo negro «podría haber ingerido algún pez que, en el momento de la digestión en su vejiga natatoria, los gases que se producen podrían haberle hecho ascender hasta la superficie».
La ONG Condrik describió a este pez como “una especie legendaria que pocas personas han tenido el privilegio de observar con vida”.
La expedición de esta entidad se encontraba haciendo una campaña de investigación de tiburones pelágicos cuando se toparon con el rape abisal.
“Se trata de un verdadero depredador de las profundidades que habita en el fondo marino entre los 200 y los 2.000 metros de profundidad y que utiliza su apéndice dorsal repleto de bacterias simbióticas bioluminiscentes a modo de cebo para atraer a sus presas, de la misma forma que en la popular película de ‘Buscando a Nemo'», explicaron desde ese organismo. (Con información de Efe y Ecuavisa).