La Paz, 13 de ene (Tinta Roja).- Dos decesos en Palmasola y otros tres en recintos de “máxima seguridad” revelan la crisis en el sistema penitenciario
En menos de dos semanas de este 2025, Bolivia ha registrado cinco muertes violentas en diferentes penales del país, incluidas cárceles catalogadas como de “máxima seguridad”. Los últimos dos decesos ocurrieron el domingo en el área del PC 4 de régimen abierto en Palmasola, Santa Cruz, donde un hombre y una mujer fueron hallados sin vida pasadas las 20:00 horas.
Según las autoridades, el hombre, condenado desde 2023 a 20 años por intento de feminicidio, estranguló a su visitante antes de quitarse la vida ahorcándose.
Las otras tres muertes ocurrieron en el marco de disputas por el control dentro de los penales. El 3 de enero, un recluso fue apuñalado en Chonchocoro, La Paz, mientras que otro interno falleció tras una golpiza en la cárcel de Montero, Santa Cruz.
El 2 de enero, en Morros Blancos, Tarija, un reo perdió la vida durante una pelea entre dos grupos que consumían bebidas alcohólicas.
