Nueva York, 12 de feb (Tinta Roja).- La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) ha informado este martes de que más de 110.000 desplazados en el este de República Democrática del Congo (RDC) a causa del conflicto entre el Movimiento 23 de Marzo (M23) y el Ejército congoleño, se están viendo de nuevo obligados a huir antes de que acabe el ultimátum de 72 horas dado por el grupo rebelde el pasado 9 de febrero para que éstos abandonen los asentamientos de Goma, capital de Kivu Norte, y regresen a sus hogares.
El portavoz del organismo, Jens Laerke, ha indicado que más de 110.000 personas han comenzado a desplazarse a los territorios de Masisi, Rutshuru y Nyiragongo de la provincia Ituri tras abandonar los asentamientos en Goma, ciudad que fue tomada por el M23 el mes pasado, en una ofensiva que ha dejado casi 3.000 muertos y 2.880 heridos, según informes de la ONU.
La OCHA ha difundido estas cifras un día después de que los combatientes rebeldes respaldados por Ruanda emitieran un comunicado en el que explicaban que “apoyan plenamente los retornos voluntarios pero no obligan a nadie a regresar a sus hogares sin garantías de seguridad firmes”.
Pese a ello, el portavoz ha expresado la preocupación de Naciones Unidas por el “ultimátum” de 72 horas dado por el M23 el 9 de febrero a los desplazados en Goma para que abandonen la localidad y ha reiterado que todos los retornos deben ser “voluntarios” y deben darse en “condiciones seguras, informadas y dignas” como establece el Derecho Internacional Humanitario.
Laerke ha denunciado una vez más el “continuo saqueo” de los campamentos para desplazados. “Esta situación conduce a la pérdida de infraestructura humanitaria, incluidas las instalaciones fronterizas, los centros de salud y los centros de tratamiento del cólera, lo que resulta en pérdidas significativas de inversiones humanitarias y una reducción de las capacidades de respuesta”, ha lamentado.