¿Monstruo o víctima? El caso de Billy Milligan, el violador absuelto con 24 personalidades distintas

Seguridad

Nueva Tork, 04 de agosto (Tinta Roja).- La historia del estadounidense Billy Milligan ha sido una de las más sonadas en las últimas décadas y ha dado pie a libros, series documentales y películas. Lo que comenzó como una investigación convencional de violación y robo, acabó convirtiéndose en un caso legal y psicológico que marcó un antes y un después para el sistema judicial en Estados Unidos.

Milligan nació en 1955 en Miami Beach (Florida), pero pasó gran parte de su juventud en Lancaster (Ohio), donde comenzó a cometer delitos menores, incluyendo hurto y agresión. En 1975, ayudó a planificar un robo a una farmacia, fue arrestado y sentenciado a dos años de prisión. Salió en libertad condicional en abril de 1977 y seis meses después fue nuevamente detenido por el secuestro, robo y violación de tres mujeres en el campus de la Universidad Estatal de Ohio.

William MilliganWikipedia / Public Domain

Las pruebas en contra de Billy, entonces de 22 años, eran irrefutables. No solo fue identificado por una de las víctimas, sino que hallaron sus huellas dactilares en el coche de otra. Todo parecía obvio, pero ciertas inconsistencias en su comportamiento, notadas por sus víctimas —a veces agresivo y con acento extranjero, a veces amable y arrepentido—, desconcertaron a los investigadores. Entonces, fue sometido a evaluaciones clínicas y psiquiátricas exhaustivas que cambiaron el panorama por completo.

Un equipo dirigido por Cornelia Wilbur, una notable psiquiatra, determinó que Milligan sufría de un trastorno de identidad disociativo (TID), y que albergaba múltiples personalidades distintas, concretamente 24, cada una con sus propios recuerdos, habilidades, preferencias, género, edad, entre otros. Billy insistió en que las víctimas fueron robadas por un tal Ragen y violadas por una mujer llamada Adalana. Ambos vivían en su cabeza.

El abogado de Billy Milligan, Gary Schweickart, exhibe obras de arte realizadas por las diversas personalidades de su cliente. Foto de archivo de 1978.Wikipedia / Public Domain

En este contexto, su defensa legal no solo alegó demencia, sino que estas personalidades —y no el propio Milligan — habían cometido los crímenes sin su conocimiento ni consentimiento. Estos argumentos estaban tan bien documentados y eran tan consistentes que múltiples peritos avalaron la autenticidad de su condición y llevaron a que, en diciembre de 1978, fuera declarado inocente por causa de locura. Eso lo convirtió en la primera persona en la historia de EE.UU. en ser absuelta de delitos graves por TID. No obstante, continuó privado de su libertad en distintas clínicas psiquiátricas. 

En 1988, tras varias evaluaciones, expertos coincidieron en que Milligan ya no era un peligro para la sociedad. Recobró su libertad y, tres años después, en 1991, dejó de ser supervisado. Se mudó a California, donde trabajó con cineastas, incluidos James Cameron y Joel Schumacher, sobre la posible adaptación de su historia, que nunca se llegó a rodar. Tras varios años en Los Ángeles y Las Vegas, regresó a Columbus (Ohio), donde pasó el resto de su vida pintando. Falleció de cáncer en 2014, a los 59 años, recoge la revista Esquire.

¿Monstruo o víctima?

El fallo absolutorio a favor de Billy ha desatado un intenso debate público sobre la legitimidad de su trastorno y la posibilidad de que en realidad estuviese fingiendo. Algunos creen que Milligan podría haber inventado o exagerado los síntomas para obtener ventajas legales o que era un estafador impresionante. Mientras que otros defienden su diagnóstico y consideran a este individuo un producto problemático de un grave abuso infantil.

RT

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