Oruro, 05 de mayo (Tinta Roja).- Un volcán situado bajo los altos picos del Uturuncu, en la provincia de Sur Lípez, Potosí, llevaba inactivo más de 250.000 años. Está técnicamente muerto (o mejor dicho, geológicamente). Sin embargo, algo ha cambiado: aún muestra claras señales de vida, temblando con terremotos, provocando deformación del suelo circundante y, ocasionalmente expulsando columnas de gas. ¿Qué ocurre con este misterioso volcán? ¿Va a entrar en erupción.
Ahora, en un nuevo estudio sobre el que popularmente se ha denominado “volcán zombi”, un equipo de científicos ha analizado a fondo la anatomía de este volcán, con la esperanza de comprender mejor sus misteriosos mecanismos. Mediante una combinación de sismología, modelos físicos y análisis de la composición de las rocas, los expertos han logrado identificar las causas de su actividad volcánica y, afortunadamente, han disipado los temores de una erupción próxima, según informa National Geographic.
El Uturuncu es un volcán ubicado en los Andes Centrales del país, que ha sido calificado informalmente por los científicos como un «volcán zombi», ya que su última erupción ocurrió hace más de 250.000 años.
Uturuncu es un estratovolcán (igual que el monte Vesubio que arrasó Pompeya y Herculano) de más de 6.000 metros sobre el nivel del mar, esto es, un conjunto de volcanes de forma cónica formados por varias capas de lava endurecida, ceniza volcánica y rocas.
El estudio, liderado por un equipo internacional de de investigación de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China, la Universidad de Oxford y la Universidad de Cornell y que ha sido publicado esta semana en la revista PNAS, analizó señales derivadas de más de 1.700 terremotos y con ellas mapearon y generaron imágenes de alta resolución que mostraron cómo se movían los líquidos y gases bajo la corteza del volcán, concluyendo que la inusual actividad de este volcán no se debe a que esté acumulando magma, sino al movimiento de líquido y gas bajo la montaña (y no a una inminente erupción).
Agencias